Ah, qué divertida era “Los Cazafantasmas”, la película de Ivan Reitman. Las aventuras y desdichas de tres científicos de lo paranormal que deciden, un buen día, poner un negocio de “encarcelamiento” de fantasmas. New York de repente aparece infestada de apariciones ectoplásmicas que derivan en un festival de humor, rayos de protones, efectos especiales y más humor. Un auténtico éxito de público, con una segunda parte que desmereció algo a su primer capítulo, pero que volvió a dejar a los doctores Venkman, Spengler y Stantz como héroes, y a la atractiva Sigourney Weaver como la chica a salvar. Mientras, Rick Moranis, era el contrapunto divertido (más aún si cabe) a los grandes diálogos de nuestros amigos.
De hecho, esta película y su secuela son grandes generadores de iconos de los ochenta. El símbolo de la película, una señal de tráfico con un fantasma en su interior es uno de los logos más reconocibles de la historia, la canción de Ray Parker Jr., o el Ecto-1, icono cinematográfico automovilístico de la década de los 80 junto con el De Lorean DMC-12 de “Regreso al Futuro”, o la banda sonora de Elmer Bernstein. Todo ello dio forma a un producto tan memorable que ahora, 25 años después, vuelve a la vida en forma de videojuego y, en realidad es como si nunca se hubiesen ido…
Y es que Terminal Reality, desarrolladores del juego, desprenden amor por estos personajes y por este universo Ghostbusters. Cada diseño, cada modelado, cada escena, todo ello rezuma homenaje a esta divertida comedia, tanto en lo visual como en cuanto a juego. No es este título un juego sencillo, no se atrapan fantasmas como si nada. No es un shooter donde con disparar ya se cazan las apariciones ectoplásmicas. Para ser un Cazafantasmas de verdad necesitas experiencia, y con este juego la vas a tener…
Argumentalmente situado después de la segunda película, este videojuego viene a ser la verdadera tercera parte, sólo que en versión interactiva. El guión del juego, escrito por Dan Aykroid y Harold Ramis nos llevará a recordar detalles, nombres, escenas y personajes de las obras cinematográficas, y teniendo una relación muy cercana a los hechos acaecidos en las películas. Gracias a su cariño por la obra original, podemos oír de nuevo las voces de los actores protagonistas, la misma banda sonora, e incluso un trabajo muy serio en cuanto a respetar hasta el diseño y color de los rayos de protones de nuestro armamento.
Somos el quinto Cazafantasmas, un “rookie” que está en su primer día de trabajo, y que debe convencer a sus nuevos jefes para que lo contraten… y vaya día ha elegido. Carguemos las armas, encendamos el escáner psicoquinético, y vayamos a patear el culo de estos engendros escupemocos… la leyenda ha vuelto.
Los g r á f i c o s
Ghostbusters posee gran cantidad de detalles a nivel visual que lo hacen un juego muy agradable a la vista, sin embargo, al mismo tiempo es víctima de su querencia por mostrar tanto a la vez que, indefectiblemente, tiene que recortar recursos por algún lado, y éstos detalles se notan. Globalmente, es un juego muy digno de esta generación en muchos aspectos, y algo “corto” en otros, pero cumple su papel a nivel técnico. Donde destaca es precisamente en el gusto por el detalle de cualquier cachivache, arma, trampa, rayo protónico o explosión digna de la película.
Si algo hay que destacar principalmente en este título, es su fidelidad visual a la película. Tanto el ECTO-1, como los packs de protones, los monos de trabajo, los rayos, etc, todo mantiene el estilo y diseño original del film. Si además le añadimos unos modelados de los personajes de gran nivel, y una gestión facial de muy alta calidad realizados con el Face FX, estamos ante la representación virtual definitiva de los cazafantasmas. Un acabado estupendo, que consigue una ambientación excelente en todo momento.


