The Saboteur es la oportunidad perfecta para la redención de los chicos de Pandemic Studios. Tras la olvidable segunda parte de Mercenaries, y el meramente interesante El Señor de los Anillos: La Conquista, por fin encuentran un proyecto a su medida, y lo hacen con The Saboteur, un videojuego ciertamente arriesgado.

En un último trimestre de 2009 atestado de grandes sagas que lanzan sus nuevas entregas, lo nuevo de EA y Pandemic deberá encontrar su sitio con la dificultad añadida de ser una IP inédita. Para contrarrestarlo tienen como armas un planteamiento en clave de Sandbox tremendamente atractivo, un apartado gráfico muy interesante y una dirección artística arriesgada.

En los niveles que se están mostrando a la prensa sobre el videojuego tenemos a nuestro héroe, Shaun Devlin, infiltrándose en un mausoleo ocupado por las fuerzas nazis del Reich. El objetivo será robar un cofre misterioso sobre el que los chicos de Pandemic se muestran muy secretistas.

El MacGuffin en cuestión no tiene mucha importancia para nosotros, lo que realmente nos importará son las dinámicas jugables que pivotan en torno a toda la experiencia de sustraer su contenido a los alemanes. La infiltración en el mausoleo será el primer paso lógico, y es que si bien el jugador puede optar por la poco recomendable táctica de entrar “a saco” y acabar con todo y con todos, lo cierto es que es en el sigilo donde The Saboteur se hace fuerte.