El fantástico Battlefield: Bad Company prepara segunda parte, y es que el spin-off de la prestigiosa saga bélica de EA y DICE gozó de un notable éxito tanto entre crítica como entre el siempre exigente público.

En el momento de su lanzamiento no habrán pasado ni tan siquiera dos años de la puesta a la venta del original, pero en el estudio sueco que se ocupa de su desarrollo creen que ya tienen suficiente material como para preparar una secuela a su altura. Bad Company 2 se convierte en un soberbio más y mejor en el que las palabras “épico” y “espectacular” prometen quedarse cortas.

RockandRoll
En Bad Company 2 el ligero componente SandBox de la primera parte se multiplica exponencialmente merced a unos escenarios todavía más grandes, pero mejor aprovechados. ¿Cómo recorrer tan vastas superficies? El título contará con 15 tipos de vehículos, desde tanques, helicópteros, ATVs… Algunos son completamente nuevos como el Black Hawk, un helicóptero de enormes proporciones y de gran valor táctico que nos permitirá transportar tropas de punto a punto del mapa con enorme velocidad.

Siguiendo con los números es importante destacar que contaremos con 200 opciones de personalización para nuestras más de 40 armas –incluidas los ya anunciados fusiles clásicos de Battlefield 1943 que recibirán soporte-. Lo mejor de estas posibilidades, sin embargo, es que ya no estamos totalmente obligados a llevar un arma u otra en función del oficio escogido, y es que ahora podremos ser un experto en demoliciones con la posibilidad de cargar con salud extra, o la de ser un francotirador con un arma automática como secundaria.

Otra mejora viene dada directamente por el aumento de la interacción con el entorno, concretamente por el aumento de posibilidades de destrucción. Éstas no sólo ven un incremento drástico con respecto al original, sino que ganan enteros de cara a enriquecer la vertiente táctica del videojuego.

Por ejemplo todas las armas, no sólo las de gran poder destructivo, tienen ahora la capacidad de alterar el escenario, de modo que si somos un francotirador podemos abrir un pequeño orificio en la pared con una escopeta para poder apuntar a través de él desde una cobertura mucho más efectiva. Este caso del rifle de precisión es sólo un ejemplo rápido, pero quienes hayan probado la primera parte sabrán reconocer en esta nueva alternativa el abanico recién abierto de un sin fin de posibilidades tácticas.

Además se ha puesto fin también a la limitación de la anterior entrega por la cual sólo podíamos alterar las fachadas o interiores de los edificios sin afectar a su estructura y cimientos. En esta ocasión un edificio puede venirse completamente abajo sin dejar rastro si usamos la carga explosiva adecuada.

Por otra parte DICE ha confirmado que el título contará con cuatro modalidades jugables –el primero tenía sólo dos, una de ellas incluida desde el inicio: Fiebre del Oro-, aunque no ha deseado dar detalles de en qué consistirán las dos nuevas, con lo cual todo lo que hace referencia a ellas es un absoluto misterio.